Una mirada atenta a la literatura actual induce a pensar que los libros grandes (que no tienen por qué ser forzosamente grandes libros) siguen siendo los más solicitados por los lectores. Y así es, en efecto. La novela de cuatrocientas o quinientas páginas sigue arrasando en las librerías, y es presumible que vaya a seguir haciéndolo durante mucho tiempo. El territorio del best seller es suyo. Nada que objetar. Pero por fortuna hay hueco para otras literaturas. En los últimos años se está imponiendo una tipología de textos que, pese a no sobrepasar el folio, han logrado ganarse el afecto de no pocos lectores, con la ventaja añadida de que, al ser tan breves, tienen cabida en publicaciones de lo más variadas: revistas, periódicos, suplementos culturales, antologías, cuadernillos, blogs, recopilaciones de textos ganadores de concursos literarios, etcétera.