Además de la novela de Levin (supongo que por la humillación de la protagonista y tal, para siempre con el rostro de Mia Farrow) hay textos de Anne Rice y Bram Stoker (previsible el deje gótico), "En la colonia penitenciaria" de Kafka (éste por razones más oblicuas) varios clásicos de El Marqués de Sade, "Las once mil vergas" de Apollinaire, novelillas de segunda fila llenas de vicisitudes y, joya de incunables, la legendaria "Venus de las pieles" de Sacher-Masoch que inspiró a Lou Reed la canción del primer disco de la Velvet, "Venus in furs", además de alguna curiosidad inane como un extracto del diario internacional de criminología de 1952 donde detallan cómo debe castigarse severamente a una niña mala; asimismo (por si todavía alguien anda perdido) está el "Elogio de la Azotaina" de Jacques Sergüine, y la inevitable "Historia de O" de Dominique Aury, superclásico snob por excelencia entre la high class.
Incluyen igualmente comics y dibujos diversos (Milo Manara) y una ingente, desconcertante colección de fotografías de todas las épocas sobre las delicias del spanking, o sea, disciplina inglesa. Vamos, que sólo falta alguna biografía novelada de Elsa, la Loba de las SS, pero se comprende porque en esto los alemanes, como en casi todo, se pasaron tres pueblos.