Navy Tales. Convocatoria 2008/2009.
Publicado por Sap el Diciembre 04 2008 18:40:46

Jorfasan pregonó:

Instrucciones para escribir un navy tale diez minutos antes de la destrucción del mundo.

El objetivo es construir una máquina del tiempo. Escójase un sombrero parlanchín si es usted un fan del mago adolescente y sus cuitas de identidad contempladas en el reflejo platino de una americanexpress de ídem, y si no también, leñe, que está de moda. Aunque casi todos elegirán la gorrilla de Santa, uno aconseja la corona de cumple del Burrikín, básicamente pq la mayoría tendrá su patria en el absurdo peregrinaje de unos monarcas ancianos, zascandiles -seguidores de estrellas- y petados de mercancías que se revalorizan tras unos días de ruta camellil. Consultar otras opciones.

A continuación contémplese a sí mismo en el espejo. Lo ideal sería un espejo de maquillaje, iluminado por todos los ángulos que circundan el rostro y procurar así la ausencia de sombras, siempre proclives a esconder los matices y necesitamos precisamente esas hormigas para acarrear el material de la piel caída estos años todos. Ahora toca buscar.
Noticia Ampliada
Encontrar las facciones antiguas que el tiempo ha sepultado con mayor o menor saña. Es un ejercicio algo extenuante así que, salvo en casos de facciones que todavía conserven la dulzura en sus promontorios más destacados, como la cumbre de los pómulos, el cabo de la barbilla o las sequoias de las orejas, hagan trampa. Coloquen una foto de la época en el espejo y haciendo doble click en el icono del reloj de arena, según miran el espejo abajo a la derecha, busquen su rostro de cuando sabían que los reyes guardaban en su cintura un pistolón pirata, una muñeca sonriente, una baraja marcada con su nombre en ella.

Es un ejercicio de cocina. Hay que pelar la cebolla de hoy para que aparezca el brillo de la mandarina del ayer. Deje atrás la equívoca capa del presente con su agenda de plomo y siga hacia donde ya no reina la gravedad. Siga el sonido de campanillas, ponga una balada cursi que afile el cuchillo, déjese su agenda de adulto allá donde yacen los peines con los restos capilares de la última batalla perdida, avance un poco hasta que la niña o el chico salgan al espejo a saludar. No se emocione, esto no es un tobogán emotivo, sólo es un ejercicio de disparador de creatividad. Las lágrimas son dejarlas en el reseco tintero. Mojen la pluma, repinten el teclado, maquíllense los labios, en definitiva, escriban.

La noche de reyes, a las doce en punto, deberán volver a dejar su gorra/corona y la foto en el cajón de materiales radioactivos, sobre el piano abandonado, debajo del teclado, en el secreter de mamá. No olviden tampoco saludar a las calabazas.

(me voy a tomar un café & estoy algo viejo para esto & :DDD )

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Jorfasan
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