Camino tortuoso, de Warren Ellis.Publicado por fw el Diciembre 28 2008 17:28:55
Warren Ellis forma parte de la hornada de autores británicos que desembarcaron en las editoriales de cómics americanas a mediados de los noventa para renovar el género. Trajeron a los héroes en crisis, con sus defectos humanos más vergonzantes en carne viva, que intentaban de una vez acabar con “los cabrones de verdad” de este mundo: dictadores genocidas, burócratas corruptos y criminales corporativos. Destacamos rápidamente el trabajo de Ellis en Planetary y The Authority, y sobre todo la magnífica saga ciberpunk Transmetropolitan.
Puede verse una doble vertiente en la obra de Ellis. Por un lado trata con insistencia de las relaciones entre la libertad y el poder, cuestionando constantemente dónde debe trazarse la línea entre autoridad y rebelión. Pero hay una segunda vía que es su rasgo más personal, la fascinación por las rarezas y las desviaciones de la conducta humana, especialmente en el terreno sexual. Ellis ni justifica ni condena, se limita a inventariar lo aberrante con un enfermizo y festivo entusiasmo. Es lo que vamos a encontrar, a paletadas, en su primera novela Camino tortuoso.
Mike McGill es un zarrapastroso detective neoyorquino con una predisposición natural a recibir los casos más extraños, esos que comienzan por la investigación de una infidelidad y terminan destapado una red de violadores de avestruces. Su suerte cambia cuando un anciano heroinómano, que también es el jefe de gabinete del Presidente de los Estados Unidos, le encarga recuperar un manuscrito de enmiendas a la Constitución que lleva cincuenta años pasando de círculo en círculo de pervertidos, y que tiene en su poder regenerar la conducta moral del país.
Noticia Ampliada
Comienza así un demencial viaje en el que Mike y su compañera de fortuna Trix recorren el lado oscuro de los grandes iconos de América: Nueva York, Texas, Las Vegas, Los Ángeles… Un remedo dantesco (más por el mito de bajada a los infiernos que por otra relación) en el que conocerán a culturistas que se inyectan agua salina en los testículos para hacerlos crecer, macroherpetófilos (es decir, gente que se excita sexualmente con Godzilla) y transexuales que se hacen apaños con silicona industrial. Todos con una misma réplica: si lo que hacemos sale en internet, y lo que sale en internet es la norma, entonces no somos diferentes.
Huelga decir que es una lectura a la que hay echarle estómago pero insistimos, la especialidad de Ellis es divertirse mucho con estas situaciones y es difícil no contagiarse de su humor cafre. Así que en algunos momentos le odiaremos por convertir una tranquila cena en un asador tejano en un horripilante festín gore, pero también podríamos llegar a odiarnos a nosotros mismos por reirnos en un capítulo dedicado por entero a los problemas de maniobrar un saco escrotal del tamaño de un balón de baloncesto.
“En general, la zona frontal de mis pantalones parecía una sandía metida en una bolsa de canguro. Podía olvidarme de cerrar la cremallera. Pero descubrí que si dejaba mi camisa sin meter, tapaba bastante bien mis testículos. Excelente. Chaqueta puesta, papeleo en mis bolsillos, y estaba listo para irme. Me levanté y gemí. Parecían más pesados que nunca. Dirigiéndome hasta la puerta, me tambaleaba más que caminar, y empezó a preocuparme que esto no fuera a funcionar.”
Camino tortuoso, de Warren Ellis