Marco Stanley Fogg está a las puertas de la edad adulta cuando los astronautas ponen el pie en la luna. Hijo de padre desconocido, fue educado por el excéntrico tío Victor, que tocaba el clarinete en orquestas de mala muerte. En los albores de la era lunar, muerto su tío, Marco va cayendo progresivamente en la indigencia, la soledad y una suerte de tranquila locura de matices dostoievskianos, hasta que la bella Kitty Wu lo rescata. Marco empieza entonces a trabajar para un viejo pintor paralítico y escribe su biografía, que éste quiere legar a su hijo, al que no llegó a conocer. Tras un largo periplo que lo lleva hasta el Oeste y bajo el influjo de la omnipresente luna, Marco descubrirá los misterios de su origen y la identidad de su progenitor.
fw el febrero 22 2011 22:31:49 ·
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¡Que vuelven los (clásicos) rusos!
Títulos de Tolstói, Dostoyevski y Leskov regresan en nuevas traducciones en una colección de El Aleph y Mario Muchnik
Junto a su tortuosidad existencial y sus incursiones en los abismos de la conciencia, Dostoyevski también tenía su punto cómico. En una de sus novelas menos conocidas, Stepanchikovo y sus moradores, el autor ruso narra las andanzas de un trepa arrogante y haragán, sobrino de un coronel retirado, que viaja invitado una temporada a la casa de campo de su tío. Y bien que se arrepienten, el militar y todos los habitantes de los alrededores, cuando ven cómo el nuevo huésped impone su ley despótica y bufonesca. "Es el Tartufo ruso", resume el editor de El Aleph, Bernat Puigtobella.
fw el febrero 18 2011 23:21:15 ·
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El préstamo de libros digitales llega a las bibliotecas públicas
El servicio se activa en estos días en 15 centros, aunque Cultura espera extenderlo a todos los 54 antes de diciembre.- El catálogo incluye casi solo clásicos
Para llevarse 1.000 libros prestados de una biblioteca hace falta por lo menos una furgoneta. Y, desde luego, don de gente para convencer al bibliotecario. Pero en 15 bibliotecas públicas del Estado ya no hay tantas complicaciones. Basta con un lector y una tarjeta. Justo en estos días se está poniendo en marcha el proyecto aprobado en diciembre por el Ministerio de Cultura para que esos centros empiecen a prestar libros digitales.
El servicio funciona de forma parecida en las 15 bibliotecas. Tras registrarse, el usuario puede llevarse un e-reader ya cargado de libros electrónicos y quedárselo entre 15 y 45 días. El otro dato común entre todos los institutos involucrados es la inversión del ministerio: 130.000 euros, entre otras cosas, para adquirir 750 e-readers. Aunque los gastos y los lectores están destinados a aumentar. Rogelio Blanco, director general del Libro, explica por teléfono que Cultura espera extender el servicio a todas las 54 bibliotecas públicas del Estado a lo largo del año. Es la propuesta más relevante de la reunión en Vitoria del consejo de cooperación bibliotecario (compuesto por representantes del ministerio, de las Comunidades autónomas, de las universidades y de los editores) de la que Blanco acaba de salir.
fw el febrero 14 2011 22:40:50 ·
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